La motivación que generamos nosotros, es la que debemos de trasladar al equipo, esto lo conseguimos con un trabajo organizado, metódico y de calidad humana.
Esta motivación, entra de lo que se llama ahora “salario emocional”, cosa que no es que me guste demasiado, no soy amigo de estos términos de moda que van circulando por internet.
Lo que es el concepto, si estoy de acuerdo. Si en un sitio no te sientes valorado, motivado o integrado y feliz con el equipo, al final, aunque tengas un salario abundante, acabaras marchándote.
La gestión de personas no es una tarea fácil y hay que valer para ello, aunque el trabajo es el trabajo, en los equipos estamos muchas horas juntos y se llega a materializar hasta un componente de amistad. Yo soy el primero que lo puedo decir, mantengo muy buenas amistades y también las he perdido. Esto es así, a veces, con no mala intención o malos entendimientos se llega a romper la relación profesional y si la hubiese, la relación de amistad también. Cosas del directo.
Ahora bien, independientemente de eso, el riesgo siempre está, y hay que generar un lazo de confianza y afecto si queremos mantener un equilibrio emocional y profesional en las personas de nuestros equipos.
Lo primero, es la confianza. Hay una frase muy buena que es: “contratamos a gente para que nos diga como hacer las cosas, no para decirles lo que tienen que hacer” (más o menos es así).
Si yo contrato a alguien para que trabaje conmigo, es para que haga las cosas, no para decirle, constantemente, como hacerlas. No somos sus padres, si se equivocan, tendremos que aprender todos a solucionarlo. Nunca infravaloremos a nadie porque sea más joven o porque nosotros pensemos que llevamos mucho más tiempo...a veces, estamos más que oxidados.
Lo segundo, es la autogestión. Una cosa es ser el líder de un área o equipo y marcar el camino por el que todos debemos de ir y otra cosa es montar a la gente en un carrito y llevarlo nosotros. Las personas son autogestionables, con más o menos orden, pero todos saben o deben de aprender a hacerlo. Hay mecanismos de ayuda como los paneles visuales, el uso de post-it o herramientas como wunderlist y son un buen apoyo para comenzar a serlo.
Lo tercero, es ser proactivo. Si una persona está motivada, contenta y tira del carro por si misma, es una persona que llegará lejos. No tenemos que esperar a recibir ordenes constantemente, sino que tenemos de ser capaces de anticiparnos, crear y mover por nuestro propio pie, y si donde estamos, no nos dejan, ese, amig@, no es tu sitio.
Lejos quedan los patriarcados, cada día son más los que adoptan estas formas de trabajo, basadas en la autogestión y confianza y, funcionan. Debemos de generar nuevas maneras de trabajar, de tratar a las personas, de estilizar y dibujar líneas horizontales y dejarnos de tanta burocracia y verticalidad.
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