Los cuatro puntos principales de un proyecto a la hora de garantizar la eficacia y la viabilidad de los entregables, son los siguientes:
- Planificación: una vez que cerramos la fase inicial del proyecto y tenemos claro que vamos a hacer, es de suma importancia el planificar una serie de fechas, hitos y puntos de control de cara a realizar entregables (ya sean de funcionalidad o no) y que tengamos muy claro como y con que vamos a trabajar. Esta planificación se realiza sobre una serie de elementos que ya hemos creado previamente, sean, o no, historias de usuario. En algunos momentos no tiene sentido o no es viable el uso de elementos agile (depende de cada proyecto o cliente con el que vayamos a trabajar).
- Priorización: debemos de asegurarnos de que todo el equipo se reúne y es capaz de capturar toda la información de esos elementos y priorizarlos a lo largo de las entregas o del panel donde trabajemos, aportando valor a cada uno y marcando donde y cuando se va a entregar. Unos elementos serán más críticos que otros y, por lo tanto, la entrega tiene que ser más inmediata. Dentro de esta priorización debe de existir un entendimiento entre el equipo de desarrollo y los dueños del producto o dominio, además del propio cliente. Esto hará que las fechas que marque negocio se basen en las del equipo de desarrollo y viceversa. Nunca tiene sentido el lanzar fechas y entregas sin haber realizado este ejercicio, ya que se desvirtúa todo y, posiblemente, una de las partes no llegue a cerrar el trabajo de manera correcta.
- Replanificación: en muchos casos y sobre todo en equipos no muy rodados o poco maduros, suele existir un periodo de replanificación, donde se vuelve a revisar cada entrega y si se llega a fecha o no, dando lugar a varias acciones: mover las fechas, introducir más personas o marcar algún fuera de alcance para una siguiente entrega completa.
- Retrospectiva: es, para mi, la reunión más eficaz de todas, la que une al equipo y de la que sacamos acciones a mejorar. Donde se habla sobre lo que no se ha realizado tan bien como quisiéramos y que personas van a coger esas acciones resultantes, las va a poner en valor y las va a mover para que no vuelvan a suceder y vaya todo más rodado. También, aparecen acciones que hemos realizado bien y que nos ayudan a que el trabajo se realice de manera correcta y adecuada.
Estos puntos que debemos de repetir de manera habitual, tienen que estar dentro de cada persona, interiorizados y marcándose como obligatorios.
Nos deberíamos de marcar que una entrega no se puede realizar si no hemos pasado por estos cuatro puntos y hemos sacado conclusiones (un entregable debe de ser esto). Si hacemos esto como un hábito, nuestro día a día va a mejorar y vamos a ayudar a que el resto de personas de nuestro alrededor también mejore, posibilitando la realización de proyectos con procesos mucho más fuertes y que generen una confianza y un grado de satisfacción muy alto en nuestros clientes.
La mejora continua debe de estar presente siempre.
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