IA y el testing actual, ¿cómo conviven?

Cada día que pasa, la inteligencia artificial está más metida en nuestras vidas. Teléfonos inteligentes, asistentes, televisiones, automóviles…ahora mismo, un gran electrodoméstico, no es nada si no tiene aprendizaje o nos realiza ciertas acciones de asistencia.


Los usuarios de Apple, conocerán Siri, el asistente virtual que nos lleva ayudando a realizar ciertas tareas con la voz, desde hace muchos años. Este, es el que más tiempo lleva, pero Google y Amazon se han subido al carro, con propuestas mucho más interesantes y avanzadas tecnológicamente. Lo bueno de Siri, es que aprende de la comunidad y está llegando a límites insospechados.

Como otras capacidades, estamos viendo que sistemas de IA ya “juegan” mano a mano con expertos de diferentes materias, ganándolos y haciendo jugadas que ni por un instante se le podían ocurrir a nadie en tan pocos instantes.

Pero, ¿Qué papel tendrán estas tecnologías en las pruebas de software?

Actualmente, se está trabajando, cada vez más, en estrategias de plazos cortos en las entregas y es casi inmediato, cuando el tester debe de lanzar la información al desarrollador para que la solucione, si no, se acabarán convirtiendo en cuellos de botella. Por lo tanto, las estrategias de Testing tienen que volverse mucho más inteligentes.

La inteligencia artificial puede ayudar a escribir pruebas por si solas y a validar caminos que no se habían tenido en cuenta. Otra de las grandes utilidades, es la de ejecutar las pruebas basándose en diferentes necesidades o hacer labores de mantenimiento sin intervenir. Todo lo relacionado con automatización de pruebas, será mas inteligente y rápido y, sobre todo, menos tedioso, ya que las labores repetitivas y aburridas que se repiten una y otra vez, se podrán gestionar con esta tecnología. Esto, permitirá que los tester, se dediquen a otras labores de mayor importancia y pongan foco en cosas de más valor.

La inteligencia artificial, nos ayudará a obtener mejores resultados y mucho más precisos, gracias al aprendizaje continuo y aunque, algunas personas del gremio lo piensen, su labor no se eliminará, si no que se enfocará a gestión, documentación, seguridad, rendimiento o incluso, escalabilidad (que también podría automatizarse mediante contenedores de Docker).

La velocidad en la que las organizaciones exigen el lanzamiento de su software, es rapidísima, por lo tanto, es totalmente necesario, que el software sea probado a gran velocidad, cosa que, actualmente, se llega a cubrir, pero se puede eficiente mucho más. Gracias a la IA, se ampliará la longitud, alcance y precisión de las pruebas y ase asegurará la calidad mucho más rápido, haciendo sostenible el ciclo de pruebas y los cambios que se deben de desplegar en el entorno de producción.

Si hablamos de los tester manuales, tampoco van a desaparecer. Siempre hace falta gestión manual y perfiles de este tipo. Quizá no de la misma manera que se hacia antiguamente, pero si, para diseñar las estrategias de pruebas. Las pruebas manuales y la inteligencia artificial van a coexistir ahora y en el futuro, pero deben de crecer en el tratamiento de datos y en saber como funciona el aprendizaje automático de este tipo de inteligencias. De esta manera, podrán proporcionar estrategias de pruebas mucho más centradas y ayudando a que el software quede garantizado en cada ciclo.

El futuro parece que va a ser emocionante, y las capacidades que nos van a llegar, nos van a impresionar. Pero, actualmente, aún debemos de ser cautelosos y debemos de ir trabajando con IA con pequeños proyectos de I+D y aplicarlos progresivamente a nuestros desarrollos, creo que aún quedan cosas por pulir y el ojo humano, es irremplazable.
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